Uber es una plataforma de transporte privado que fue conformada en el año 2009 y ha sido una de las compañías con mayor innovación y ha asomado como una de las grandes disrupciones de la última década. Desde sus comienzos como una simple app móvil para pedir un viaje en automóvil, esta empresa ha sabido convertir radicalmente la industria del transporte, allanando el camino a un nuevo modelo de negocio que está basado exclusivamente en la economía colaborativa.

Mediante su plataforma digital, la compañía comunica a los conductores privados con pasajeros que necesitan un servicio de transporte, quitando la necesidad de taxis tradicionales o vehículos de alquiler. Este diseño ha simplificado la experiencia de movilidad para los usuarios, pero también ha permitido que las personas puedan transformarse en conductores autónomos, conformando nuevas oportunidades de ingresos para millones de personas a lo largo y ancho del mundo.

El gran crecimiento de esta marca desde su fundación ha sido realmente impactante. La empresa inició en San Francisco y ágilmente se expandió a otras urbes de Estados Unidos y posteriormente a niveles internacionales. En la actualidad, Uber acciona en más de 900 ciudades y  en más de 70 países, lo que la transforma en una de las plataformas de transporte más imponentes del mundo. La clave detrás de este éxito se centra en la escalabilidad del diseño de negocio, que está basado en tecnología de simple acceso y una interfaz simple para los usuarios pero también para los conductores. Al aprovechar la infraestructura, esta compañía ha logrado disminuir los costos operativos, quitar barreras geográficas y brindar un servicio de transporte eficiente y accesible en cuanto a tarifas.

¿Cómo es el sistema de tarifas de Uber?

El sistema de tarifas de esta compañía es uno de los factores más distintivos que ha marcado su modelo de negocio y a la vez, ha generado un gran debate entre usuarios, conductores y los encargados de las regulaciones. En comparación con los taxis tradicionales, donde las tarifas están reguladas por el gobierno o por las autoridades locales y suelen mantenerse fijo o proseguir un esquema de tarifas estándar, Uber ha ajustado un sistema de tarifas totalmente dinámicas. Con este modelo, los pasajeros pueden chequear los precios en tiempo real, adaptándose a factores como la demanda de viajes, disponibilidad de choferes, distancia y condiciones del tráfico de autos.

Una de las grandes ventajas de las tarifas dinámicas que es que permiten a esta compañía brindar precios más bajos durante lapsos de baja demanda, cuando hay menos pasajeros pidiendo un viaje y los conductores disponibles son suficientes para abarcar las necesidades del mercado. Durante estos momentos, las tarifas pueden ser más bajas que los taxis tradicionales, lo que capta la atención de los usuarios pero también promueve la competitividad de la plataforma. A su vez, los pasajeros también pueden beneficiarse de una experiencia más predecible, puesto que mediante la aplicación pueden constatar el costo aproximado de su viaje antes de tomarlo, lo que otorga un mayor control sobre sus gastos.

De todos modos, el sistema de tarifas de Uber también ha sido tema de debate, principalmente en aquellos momentos donde la demanda es alta. En situaciones congestión, como las horas pico, eventos masivos, inclemencias climáticas o emergencias, los precios pueden aumentar considerablemente debido a la denominada «tarifa dinámica». Esta funcionalidad se activa cuando la demanda de viajes excede a la oferta de conductores disponibles, lo que lleva a un crecimiento de las tarifas para incentivar a más conductores a sumarse a la plataforma con el objetivo de atender dicha demanda. Si bien esto ayuda a generar un equilibrio entre la oferta y la demanda, los precios pueden alcanzar niveles altos, lo que ha desencadenado críticas entre los mismos usuarios que se ven obligados a abonar tarifas por encima de lo que en verdad esperaban pagar.

Por su parte, los conductores de esta marca también se benefician con las tarifas dinámicas, especialmente en los periodos donde la demanda es alta. Cuando se activa esta tarifa, los automovilistas pueden obtener más dinero por cada viaje, lo que incentiva a trabajar más horas y moverse a zonas con mayor afluencia de viajes. Así, pueden mejorar sus ingresos accionando en zonas donde no hay conductores disponibles.